Estos días están siendo duros. Aunque la verdad ser profesor y vivir en una pequeña localidad no es precisamente fácil. Recibes críticas o comentarios negativos como tres veces al día solo por el hecho de serlo. Si es fin de semana qué bien ya no trabajas, si son las 2:20 qué bien ya terminaste la jornada. Nadie sabe que igual esa tarde o esa noche, depende de las circunstancias, te pasarás dos o tres horas más corrigiendo, haciendo apuntes, etc.. El último puente, por ejemplo, me lo pasé entero corrigiendo y haciendo medias. Y solo recibí un “no sería tanto”... Este año se me ha ocurrido decir que mi jornada laboral se prolonga fuera del instituto y he recibido un “Sí, yo también trabajo en mi casa hago bricolaje, o tengo un huerto, o etc”. Creo que no hace falta decir que ese bricolaje o ese huerto son trabajos o hobbies que uno hace cuando tiene algo de tiempo fuera de su jornada laboral, pero los preparativos de las clases que yo sepa son obligación, no hobbies por muy trabajos...