CARTA DE UNA PROFESORA VACIADA

 

CARTA DE UNA PROFESORA VACIADA

Yo también pertenezco a la España vaciada.  Me enamoré de ella, de sus calles y de sus gentes, hace ya casi diecisiete años. Eché aquí mis raíces porque decidí quedarme y pude hacerlo. Sin duda, me sonrió la fortuna. Ahora formo parte del paisaje, como Ana del grupo de Jornada continua que decidió rodearse de “robles y montañas” para criar a sus niños, porque al igual que ella y tantas otras, yo también soy madre, en un lugar donde cada vez hay menos nacimientos. Y todo el mundo sabe que una madre siempre quiere lo mejor para sus hijos. 

Por eso, me gusta el lugar en el que vivo; por eso valoro las tardes en el parque porque yo también pertenezco a la España vaciada y decidí disfrutar del “camino de vuelta”, como dice uno de los poemas de Andrés Trapiello. Un camino que se va labrando poco a poco el respeto de mucha gente, un camino de progreso que apuesta por la cultura, la libertad, por una educación en la que familias y docentes podamos ir unidos de la mano. Porque yo sé muy bien que esto no es un sueño imposible, ya lo he vivido y sigo viendo en mi día a día.

Este año toca de nuevo decidir si seguimos avanzando, si seguimos pudiendo elegir ampliar nuestro horizonte y tener la posibilidad de dotar a nuestras aulas de actividades extraescolares como las que puedan tener en las ciudades, en su mayoría gratuitas para ayudar a los que menos recursos tienen. Quiero tener las tardes por delante para pasarlas en familia o con los amigos… Solo te pido que te acerques a las urnas y me dejes elegir mi futuro, porque la verdad tiene muchas vertientes y cada uno debe elegir la suya sin que nadie se la imponga, por eso desde el respeto te pido que te acerques a las urnas y lleves tu voto, tu ilusión, tu indecisión y que sea la mayoría la que decida. Y si no respétame como yo lo hago contigo.

Eva Mª Miranda Herrero en "Cartas al director" Diario de Burgos, 24-1-2021






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